En 2007 cuando Gerard Mortier se encontraba en un debate interno sobre lo que haría para la Ópera de Nueva York, pensó que sería buena idea trasladar la película de Ang Lee a la lírica, pero aquel desembarco se frustró y decidió que su nuevo destino, el real, no era buen lugar para una historia «tan americana».
Después de eso habló con la autora del relato, Annie Proulx, quien se encargó de darle vida a una historia de amor homosexual bajo un contexto rural opresivo, fue ahí que coincidieron que lo que contaba era «universal».
«No es solo la pasión entre dos hombres, sino una historia de amor que dura 25 años y en la que uno resulta ser un homófobo y al final, comprenden que lo sucedido no solo fue sexo sino un gran amor», afirmó
Además, detalla, desde el principio le pareció que guardaba muchas similitudes con «Tristán e Isolda», de Wagner, sin embargo sería bueno ofrecerlas, para que el espectador «pueda ver un día una y otro día otra y comparar».
Esperamos ver este show y a ustedes ¿Les gusta la ópera?
Por: Alfonso Duarte S.
