Suele decirse que las peores enemigas de las mujeres somos nosotras mismas y, aunque la idea sea un tópico, es bastante cierta.
Ser feliz no es tarea complicada, de hecho es bastante sencillo cuando dejamos de lado el estrés, las preocupaciones y la culpa (por tonterías).
Esta es la lista de las cosas que todas las mujeres deben dejar de hacer para poder ser felices y vivir tranquilas.
Pedir disculpas por todo.
Según diversos estudios, las mujeres pedimos perdón por todo y mucho más que los hombres. Nos parece muy bien asumir la responsabilidad de un error que hemos cometido u para disculpar cada abrupto o petición que hacemos con un «sorry» o «disculpe». Tenemos derecho a nuestras propias preferencias y decisiones.
Decirle que sí a todo el mundo.
Sí, es una respuesta más que honesta, una respuesta para quedar bien. Para terminar siendo las heroínas, aunque eso implique hacernos un mundo completo. Debemos aprender a decir no, con elegancia y comidad, «yo creo que no…» y la gente tiene que respetar ello.
Criticar tu cuerpo.
Debemos dejar de pensar que estamos horribles, punto. Qué importa si estás un poco subidita de peso, o llegas a las justas al 1.60. Eres única y especial. Eres hermosa como eres.
Usar tacones todos los días.
A todas nos encanta un precioso par de zapatos de tacón, pero ir cómodas por la vida, no solo hará que sea mucho más agradable ir al trabajo, sino que hará que nuestros pies y nuestro ánimo estén contentos.
Intentar ser quien no eres.
Quizá haya mujeres con el gen «zen», pero si no eres de ellas y estás al borde del colapso porque estás estresada o ajetreada, deja de pelear contigo misma y asúmete tal y cual eres.
Tenerle miedo a que te llamen «loca».
Por miedo a que nos planten la etiqueta de ‘locas’ hace que las mujeres nos callemos más de la cuenta. Y, al fin y al cabo, todo el mundo tiene una pizca de locura en su interior, así que deja de hacerte líos por eso.
Estar en una relación por el simple hecho de tener pareja.
Si tenemos terror a estar solas, lo peor que podemos hacer es mantener una relación sin quererlo de verdad. Atarse a una persona por quien no se siente mucho amor o país te hace y te hará infeliz siempre.
Desaprovechar tus días de vacaciones.
En serio, nadie va a morirse porque no contestes el celular o revises tus correos corporativos. Si te tomas vacaciones, hazlo en serio.
Pasar tiempo con algunas personas solo por ‘obligación’.
No hay ninguna necesidad de estar pegado a una persona solo por cortesía o porque fue la primera persona que te habló en la escuela. Hay que tener claro con quién queremos estar y no sentirnos mal por eso.
Avergonzarte de tus intereses.
Si no eres la típica chica que le gustan las canciones de Katy Perry y más bien amas a AC/DC y te apasiona el fútbol (además eres hincha de un equipo) no tienes por qué pretender que te gustan cosas que la verdad te aburren. Y si por el contrario, mas la moda y el glamour y odias los deportes… ¡está bien!. Hay que asumir que no sabemos nada de música, que nos apasiona el fútbol y que nos encantan tanto Breaking Bad como el reality show más horrible de todos. Y si hay un tema del que no sabemos nada pero conocemos a alguien que sí, aprovechemos la oportunidad para preguntarle.
Establecer ‘plazos’ a los eventos más importantes de tu vida.
No pretendas planear de forma meticulosa cuándo vas a enamorarte, a tener hijos, a conseguir el trabajo de tus sueños. Vive cada etapa con pasión y con la garantía que es tu vida; además, que sabrás vivirla a tu tiempo y a tu manera.