47 millones de personas en Estados Unidos han sido afectadas, por el recorte en los cupones de alimentos para los pobres que entró hoy en vigencia y del cual se beneficia 22 por ciento de los hispanos que viven en ese país.
La medida, fruto de las prolongadas discrepancias sobre el presupuesto entre demócratas y republicanos, empieza justo mientras el Congreso reanuda las discusiones sobre reducciones más sustanciales en los programas.
El gasto del Gobierno federal en estos cupones alcanzó la cifra, sin precedentes, de 78.400 millones de dólares -una décima de lo que EE.UU. gasta en su aparato militar- al término del período fiscal el 30 de septiembre.
Casi la mitad de todos los cupones de alimentos se canjean en las supertiendas como WalMart o Target y el resto en supermercados. De los casi 73.000 millones de dólares en cupones canjeados durante el período fiscal 2012, 36.200 millones de dólares fueron para las grandes cadenas de minoristas, y unos 25.000 millones de dólares para supermercados.
Para tener derecho a recibir cupones de alimentos y otros beneficios de la asistencia social una persona debe tener ingresos mensuales que no superen los 1.000 dólares.
Agencias