En el común de la gente que no puede parar de comerse las uñas se debe a una alteración del sistema nervioso o a un problema emocional que puede ir desde un caso en particular hasta casos crónicos de carácter patológico.
Existen factores internos y externos asociados. Entre las causas internas podemos nombrar la necesidad de auto flagelación (hacernos un daño a nosotros mismo), un auto castigo por no aceptarnos como somos, por no lograr lo que queremos o lo que nos proponemos en la vida, reacción ante situaciones estresantes, principalmente inseguridad, frustración, nerviosismo, temores o ansiedad.
Como causas externas tenemos diferentes problemas que nos acontecen, estos pueden ser de carácter económico, laborales, estudiantiles, familia, pareja, etc.
El tema es preocupante cuando este impulso no es controlable y la persona llega a auto flagelarse sin dejar casi nada de la uña en su dedo (esto puede estar asociado a temas familiares, celos, humillaciones, etc. Afectando el autoestima).
Consecuencias Negativas
Piel dura y rugosa en los dedos con inflamación crónica. Lo que queda de uña puede terminar de soltarse, regenerarse con deformación o llenarse de hongos.
No se pueden tomar ciertos elementos pequeños con precisión.
Con nuestras manos manipulamos diariamente diferentes objetos, si no hay una buena higiene, al llevar nuestros dedos a la boca podría generarnos una infección.
Si estas consiente de que te comes la uñas te vas a sentir aún más mal.
Bajón de autoestima por no poder controlar ese impulso sobre sí mismo.
Socialmente no es «armónico», al ir a pedir un trabajo, por ejemplo, con las uñas comidas o a media mitad es más bien algo negativo.
Dejar de comernos las uñas es algo muy favorable, es totalmente beneficioso para nuestro autoestima y nuestras relaciones interpersonales.