La mayoría de los servicios dejaron de funcionar en Grecia debido a una huelga general de 24 horas convocada por los sindicatos en protesta por medidas de austeridad adicionales en el económicamente abrumado país.
Desde 2010, Grecia sobrevive gracias a préstamos de rescate del Fondo Monetario Internacional (FMI) y países de la eurozona, después que una combinación de mala administración financiera, la pérdida de la confianza de los inversionistas y la recesión global colocaron el país al borde de la quiebra.
Los manifestantes exigen que se detengan los recortes en los derechos laborales, la abolición de facto de los convenios colectivos, el despido o traslado forzoso de funcionarios y la privatización de empresas públicas. Además la abolición de la parte del impuesto sobre bienes inmuebles que se introdujo solo transitoriamente y que una nueva ley prevé establecer de modo permanente.
Agencias
