NO. A nivel físico externo es imposible determinar si una mujer ha iniciado o no relaciones sexuales.
Los cambios corporales ocurridos en una mujer durante su desarrollo son producidos por el efecto de las hormonas estrógeno y progesterona, conocidas como «hormonas femeninas»; siendo sobre todo la primera la que ocasiona cambios significativos en el físico de una joven.
Es frecuente escuchar comentarios de que cuando una joven ha tenido relaciones con penetración las características de madurez corporal femenina se acentúan; esta creencia no tiene fundamento alguno, ya que las relaciones sexuales no interfieren en lo absoluto. El desarrollo físico de una niña o adolescente se debe, además, a la disponibilidad de proteínas y calorías que garanticen un aporte oportuno y suficiente de nutrientes en la pubertad, que es la etapa de crecimiento y desarrollo.
Tomemos en cuenta que la mayoría de las mujeres inician las relaciones sexuales en una etapa de grandes cambios a nivel de su apariencia física. En Latinoamérica, según estudios realizados, se ha determinado que la mayoría de las mujeres tienen un inicio de las relaciones sexuales entre los 14 y 17 años aproximadamente; una etapa francamente adolescente, que es cuando los cambios son más marcados.
Durante la adolescencia temprana, comienzan a ocurrir cambios evidentes en el cuerpo de una niña. Iniciamos estos cambios con el botón mamario, a partir del cual se desarrollarán las mamas; prácticamente al mismo tiempo nace el vello púbico, que al principio es solo una capa sencilla de algo parecido a una «pelusa» y que luego va adquiriendo grosor, abundancia y cambios en el color, a medida que el eje hormonal madure de forma adecuada. De la misma forma hay una redistribución de la grasa corporal, zonas como las caderas y los muslos aumentan su proporción con relación a lo que fueron en etapas iniciales. El estrógeno y las vitaminas mantienen la piel y pelo de las jóvenes en óptimas condiciones; además son los encargados del aumento de tamaño de los labios mayores y el monte de Venus en los genitales externos.