La carne de un caballo llamado Balack se puede estar comercializando en cualquiera de los mercados de nuestro país. Eso creen los dueños del equino destazado en una finca en la comarca La Reforma número 1.
El animal era propiedad del señor Gonzalo José Carranza Ñurinda, a quien sujetos desconocidos dejaron solo la osamenta. Carranza se enteró de la pérdida cuando le iba a dar de comer al caballo.
Manuel Hernández es el dueño de la finca donde los inescrupulosos dejaron los huesos y las tripas del caballo, quien dijo sentirse asombrado por el delito cometido en su propiedad.
Cándida Rosa López, una de las pobladoras de la zona, dijo que en ese sector es frecuente este tipo de delitos.
Los habitantes de ese sector de Masaya piden mayor presencia de la Policía Nacional.
Periodista: Pablo Gutiérrez