Laura Chinchilla está a las puertas de terminar su mandato, pero antes de eso está dejando un sabor amargo en la boca de los costarricenses.
Los que participaron en la protesta de ayer lunes por el incremento en las tarifas eléctricas, el pago de derecho de circulación para vehículos, la privatización de sistemas de salud, un proyecto de reforma fiscal y otros temas, sufrirán sus consecuencias.
Desde Roma Chinchilla ha ordenado a diversas instituciones públicas rebajar el salario de los trabajadores que participaron en las protestas.
Agencias