¿Por qué nos reímos?

Muchas personas dirían que lo hacemos por que algo es gracioso, pero este no es el caso.

 

El experto en risa Robert Provine se dedicó a grabar conversaciones en los centros comerciales, salones de clases, oficinas, y fiestas; y descubrió que la mayoría de las risas no son consecuencia de las bromas. La gente se ríe al final de muchas frases, cuenta Tom Stafford, psicólogo de la Universidad de Sheffield, en BBC.

El área del cerebro que controla la risa es la subcorteza y, en términos de desarrollo evolutivo, estas partes del cerebro son muy antiguas y responsables de comportamientos primarios como la respiración y los reflejos básicos. Esto significa que los mecanismos del control de la risa están localizados lejos de las regiones cerebrales en las que después se desarrollan funciones más elevadas como el lenguaje y la memoria.

De acuerdo con lo que Tom Stafford, especialista en psicología cognitiva publicó en la BBC, tal vez, esto explica por qué a veces es tan difícil aguantarnos la risa y también es difícil reír a la fuerza. Estas regiones del cerebro participan en este proceso; si intentas reírte a propósito, el sonido nunca sonará genuino

Otro aspecto fundamental es que la risa involucra un patrón similar de sonidos. Los sordos que jamás han escuchado una risa, también emiten sonidos similares. Estos tienen muchas propiedades acústicas presentes en el lenguaje, también involucra movimientos y reacciones cerebrales presentes en la respiración y en el habla.

Pero, ¿cuál es la razón por la cual la gente se ríe en un primer momento?

La respuesta es social. Robert Provine ha demostrado que la risa se emplea para puntualizar las conversaciones, no aparece para interrumpirlas. Esto sugiere que juega un papel comunicativo importante y no es un proceso independiente. El investigador descubrió que la risa surge más de un ponente que de un oyente y que también se emplea en situaciones negativas, como para demostrar desdén o rechazo.

Tal vez, la característica más importante de la risa, socialmente hablando, es que es muy contagiosa. Escuchar a alguien que se ríe es muy gracioso. Para comprobarlo, trata de dejar la cara seria mientras observas algo muy chistoso. O también trata de fingir la risa; pronto te encontrarás riendo de verdad.