El grupo de activistas Occupy Wall Street ha comprado casi 15 millones de dólares de la deuda personal de los estadounidenses, como parte del proyecto ‘Rolling Jubilee’ (Jubileo rotatorio) para ayudar a la gente a pagar sus créditos pendientes.
El proyecto ‘Rolling Jubilee’, creado por la iniciativa de Occupy Wall Street denominada ‘Golpe a la Deuda’ fue lanzado el 15 de noviembre de 2012, con motivo de las protestas callejeras que recorrieron el mundo en 2011, de acuerdo con el diario ‘The Guardian’.
El grupo compra deuda personal a precio de liquidación a los bancos, los cuales prefieren venderla a bajo coste antes de darla por perdida, liberando así a los individuos de sus deudas. Su capacidad de comprar deuda de forma económica se debe a la naturaleza del «mercado secundario de deuda», explica Andrew Ross, miembro de la iniciativa ‘Golpe a la Deuda’ y profesor de análisis social y cultural en la Universidad de Nueva York.
Nadie debería tener que endeudarse o ir a la quiebra por ponerse enfermo
Si las personas no logran pagar con regularidad las deudas de sus tarjetas de crédito, préstamos o seguros médicos, el banco o prestamista que emitió los fondos trata eventualmente de reducir sus pérdidas mediante la venta de la deuda a un tercero. La deuda se vende entonces por una fracción de su valor real, y las empresas que la adquieren tratan de recuperar la diferencia con la deuda original del individuo, obteniendo así un beneficio.
El proyecto ‘Rolling Jubilee’ fue concebido principalmente como un proyecto de educación pública. «Nuestro objetivo principal al hacer esto, además de ayudar a algunas personas a lo largo del camino […] era difundir información sobre el funcionamiento de este mercado secundario de deuda», declaró Ross.
El grupo se ha centrado en la compra de deudas médicas, y ha adquirido los 14,7 millones de dólares en tres compras distintas, según reveló el grupo de activistas en un comunicado de prensa. «Nadie debería tener que endeudarse o ir a la quiebra por ponerse enfermo», dijo Laura Hanna, una de las organizadoras de la iniciativa, que explicó que el 62% de todas las bancarrotas personales tienen en su origen algún tipo de deuda médica.