El vocalista de U2 recuerda cómo en 1986 conoció el humor inexpresivo de Lou y la manera en que convertía el ruido de la gran ciudad de New York en música.
«Es muy fácil pensar que Lou Reed era una rara creatura que puso canciones sobre heroína en las listas de popularidad; como un decadente lagarto del taller de Andy Warhol. Pero eso no puede estar más alejado de la verdad. Lou era pensativo, meditativo y extremadamente disciplinado. Antes de la hepatitis estaba en una condición física perfecta gracias a sus prácticas de Tai chi» escribió Bono en la revista Rolling Stone.