Las declaraciones contradictorias sobre la posibilidad de mantener dentro de la reforma sanitaria los planes médicos existentes le costaron a Barack Obama el renombre de político fiable. Ahora confirma que se podrán prolongar para el 2014.
Al darse cuenta de los cálculos desorbitantes que el recién inaugurado servicio web healthcare.gov ofrecía a los usuarios antiguos del sistema de salud estatal, el presidente de EE.UU. anunció ciertos cambios que permitirán el cumplimiento de sus promesas de la época previa a la suscripción de la Ley de Protección al Paciente y Cuidado de Salud Asequible (2010). Admitió: «Hemos realizado torpemente el despliegue de esta ley de salud».
En concreto, había prometido en una decena de ocasiones entre 2009 y 2010 que el que quisiera mantener las condiciones de su seguro médico y el centro clínico lo podría hacer después de la reforma. Los primeros usuarios del servicio en línea sugerido como operador de la reforma sanitaria revelaron que eso era imposible y que el Gobierno les pedía pagar mucho más por el mismo paquete que tenían para el año en curso.
Casi cinco millones de estadounidenses han recibido avisos de que sus planes de cobertura sanitaria anteriores estarían cancelados y las primas para renovar el seguro serían mayores.
La aceptación popular tanto del programa como la confianza en el mandatario decayó cuando Obama dijo que nunca había ofrecido garantías de que cada uno mantendría su seguro con el mismo precio. Internet se llenó entonces de videos que comparaban lo que decía hace cuatro años y lo que acababa de decir.
La nueva promesa del presidente es un intento de recuperar la confianza en su Gobierno bajo la presión de algunos miembros de su propio partido. Incluso el expresidente Bill Clinton, muy leal a la Administración actual, le instó el martes pasado a que observe lo que prometió a la gente.
Obama ha dicho en una nueva alocución que el Gobierno está dispuesto a prolongar las condiciones del seguro de este año para el año que viene, sin las garantías posteriores. Pero lo que dijo en su defensa es capaz de provocar nuevas polémicas. «Comprar un seguro médico nunca va a ser como comprar una canción en iTunes», ironizó. Dijo, además, que no era «tan estúpido como para ir diciendo que esto va a ser como comprar en Amazon o Travelocity una semana antes de la apertura de la web si pensaba que no iba a funcionar».
El presidente agregó que no está «nada feliz» con las cifras divulgadas esta semana por el Departamento de Salud, que reveló que menos de 27.000 personas se inscribieron en un mes en los nuevos mercados de seguros a través de la web.