Un hombre vagabundo de 26 años mató a un anciano de 90 años para comerse su corazón y lengua.
El ataque sucedió en la propia casa de víctima, cuando el caníbal entró, lo mató, comió y luego prendió fuego al edificio.
Al salir de casa del anciano, el joven entró en una segunda vivienda y golpeó a una persona con una barra de hierro.
Por último, irrumpió en un tercer hogar y robó un arma de fuego antes de que el propietario del mismo lograra expulsarle.
Finalmente fue arrestado.