La embajadora de Estados Unidos en Nicaragua, Phyllis M. Powers, confirmó que su país en conjunto con la Fuerza Naval nicaragüense, realiza operaciones antinarcóticos en los espacios marítimos delimitados por la Corte Internacional de Justicia (CIJ) con Colombia en el Caribe.
«¿Sobre cómo estamos trabajando con la Fuerza Naval de Nicaragua en las operaciones antinarcóticos en los nuevos territorios de zona económica que ya tiene Nicaragua después de la decisión de la Corte de La Haya?, estamos trabajando con ellos», afirmó la diplomática.
La embajadora estadounidense explicó que su país trabaja en el Caribe con todos sus aliados en operaciones antinarcóticos, «porque esa es una zona económica y todos los países que están involucrados en esta lucha contra el tráfico de drogas y otras sustancias ilegales tienen derecho de trabajar para evitar que los criminales ganen en esta lucha».
«Vamos a seguir trabajando con Nicaragua, con Colombia, con Holanda, Francia, Rusia, vamos a seguir trabajando con ellos», agregó.
Sobre la posición pública colombiana en cuanto a no reconocer el espacio marítimo otorgado por la CIJ a Nicaragua, Powers dijo no tener «competencia para hablar sobre cómo está Colombia en este asunto».
«Yo creo que el Gobierno de Nicaragua y el Gobierno de Colombia están hablando como países soberanos, gobiernos soberanos y van a resolver sus problemas en este asunto», se limitó a decir.
Hace dos días el Inspector General del Ejército de Nicaragua, General de Brigada Adolfo Zepeda, informó que la naval nicaragüense, con Estados Unidos y Rusia por separado, han realizado operaciones antinarcóticos en esos espacios marítimos para evitar el tráfico de drogas ilícitos.
El Parlamento autorizó el 29 de noviembre del año pasado el ingreso de tropas, naves y aeronaves militares de Estados Unidos con el fin de realizar operaciones antinarcóticos conjuntas, particularmente «en los espacios marítimos delimitados» por la CIJ con Colombia en el mar Caribe.
El pasado 19 de noviembre de 2012, la CIJ definió los límites en el Caribe entre Colombia y Nicaragua y dejó bajo soberanía colombiana siete cayos del archipiélago de San Andrés, cuyas islas mayores ya se habían concedido a Bogotá en 2007.
También otorgó a Nicaragua una franja marina en esa zona que Colombia calcula en unos 75.000 kilómetros cuadrados y el país centroamericano en más de 90.000 kilómetros cuadrados.
El Servicio de Control de Drogas de la Federación de Rusia también coopera en esa zona con la naval nicaragüense, de acuerdo al Ejército.