Filipinas dividirá la zona central de Bisayas azotada por el tifón Haiyan entre distintos países para maximizar los esfuerzos de asistencia.
Pero el país aún está luchando para llevar ayuda a las zonas devastadas debido a la magnitud de la destrucción.
El coste de reconstruir las viviendas, escuelas, carreteras y puentes destruidos por el paso del supertifón podría llegar a los 6 mil millones de dólares, por lo que el Gobierno probablemente tendrá que buscar préstamos baratos de las agencias de desarrollo.
Entretanto, el balance de víctimas sigue aumentando aunque a un ritmo más lento, y se mantiene aún por debajo de las 4.000.
Agencias