Desde hace dos días una nueva isla apareció a unos mil kilómetros al sur de Tokio, Japón, como consecuencia de la intensa actividad volcánica.
El miércoles tenía una forma circular y un diámetro de 200 metros, pero en las últimas horas ha tomado una forma alargada de 400 metros de largo y 200 de ancho, explicó un portavoz de los guardacostas.
«Es posible que siga creciendo porque el cráter se extiende y el magma sigue subiendo», dijo Yoshihiko Tamura, del centro japonés de investigaciones geográficas.
Es la primera vez en 40 años que ocurre un fenómeno de este tipo. Sin embargo, la isla podría desaparecer bajo las olas.
Fátima A. Murillo