Los estadounidenses hacen este viernes una pausa para recordar el 50 aniversario del asesinato de presidente John F. Kennedy, sucedido el 22 de noviembre de 1963.
Las banderas ondearán a media asta en los edificios gubernamentales y una serie de ceremonias en su nativa Boston, en la Casa Blanca en Washington, y en la ciudad de Dallas donde fue asesinado, marcarán el evento considerado como una de las horas más oscuras de la historia estadounidense.
La Biblioteca y Museo JFK abrirá una pequeña muestra de objetos nunca antes expuestos del funeral de estado de Kennedy y celebrará un homenaje musical que no estará abierto al público. En Washington, el presidente Barack Obama se reunirá en privado en la Casa Banca con líderes y voluntarios del programa Cuerpos de Paz, creado por Kennedy.