Una intoxicación es producida por la ingestión, inyección, inhalación o exposición a cualquier sustancia que resulte dañina para el cuerpo humano.
Ante un envenenamiento por haberse administrado un tóxico (setas, agentes químicos, exceso de pastillas,…) por cualquier vía: por boca, endovenosa… siempre hay que investigar sobre que se ha consumido, en qué cantidad, a qué hora fue la ingestión y por qué vía. Existen diferentes formas de eliminar el tóxico del organismo, por ello en unComo.com queremos explicarte cómo se trata una intoxicación .
Cuando sea consciente de que se ha consumido un producto que es tóxico para el organismo, acuda al servicio de urgencias más cercano o llame al servicio de emergencias: 112. La situación es de riesgo vital, se requiere de atención médica especializada y rápida.
Según la valoración médica urgente se puede usar un grupo de fármacos llamados eméticos, medicamentos que inducen el vómito y en este caso se quiere conseguir la expulsión del tóxico. Sólo pueden ser usados como máximo pasadas 3 horas de la ingestión del tóxico, cuando el paciente está consciente (si no hay riesgo de broncoaspiración) y nunca pueden usarse cuando la intoxicación es por cáusticos, ya que originan quemaduras por las mucosas orales y del tubo digestivo. Son ejemplos de eméticos: el jarabe de ipecacuana y la ampomorfina.
Otra alternativa es el vaciado gástrico, es una técnica más agresiva ya que consiste en la introducción de una sonda Faucher, de gran calibre, por la boca que se dirige al estómago. En este momento se requiere que el paciente esté tumbado en decúbito lateral izquierdo, a partir de aquí se introducen litros de agua a través de la sonda hasta llenar el estómago del paciente. Cuando éste está a rebosar, el organismo pide la expulsión y el paciente siente la necesidad de vomitar, expulsando así el tóxico. Se puede emplear en pacientes inconscientes, pero hay que proteger la vía aérea.
El carbón activado es un gran adsorbente que impide la absorción del tóxico, esto es debido a que el tóxico se fija en el carbón activado impidiendo que el estómago lo asimile.
Se puede utilizar en forma de cápsulas, jarabe… la elección del formato será médica. Lo más común es realizar la técnica del vaciado gástrico y la del carbón activado.
De forma muy atípica y rudimentaria, encontramos el proceso de neutralización del tóxico.
Consiste en la mezcla de 1 litro de agua con 6 claras de huevo, es la conocida albumenina o agua albuminosa. Bajo ningún concepto administren leche, ya que esta tiene una capacidad para abrir el aparato digestivo y así favorecer la extensión del tóxico.
Todas las técnicas anteriores se utilizan con el fin de bajar la absorción del tóxico, pero existen otras formas de suprimir el tóxico. Es un ejemplo el aumento de la eliminación por orina, es proceso consiste en aumentar la volemia a 500ml de diuresis c/hora. Para ello se administra suero fisiológico vía endovenosa en cantidades superiores y así forzar la eliminación y alcalinizar la orina.
Y, en último lugar, encontramos los antídotos. Siempre se administran por vía endovenosa y bajo indicación médica. Solo existen tres fármacos que sean antagonistas de los tóxicos: la naloxona, el flumazenilo y la N-acetilcisteina.