1. Las personas que dicen la verdad se «ponen de frente» sin dudar. Los mentirosos tienden a evitar la alineación frontal directa, y usualmente se sentarán con sus brazos y piernas cruzados, como si estuviesen congelados», dice John Buckley, experto en interrogatorios y entrenador de policías.
2. Para distanciarse psicológicamente del «cuento chino», el mentiroso usará con frecuencia pronombres imprecisos como «ustedes», «nosotros» y «ellos».
3. Cuando las personas dicen la verdad, usualmente hacen gestos con las manos que enfatizan y coinciden el ritmo de su discurso, una condición natural cuando estamos convencidos de lo que estamos diciendo. Las personas poco sinceras controlarán mucho más sus manos.
4. Los mentirosos más experimentados no sudarán ni una gota, pero el resto de nosotros tendemos a ponernos nerviosos al mentir. En ese caso, nuestros ojos pueden moverse mucho, tener un tono de voz más agudo que de costumbre, enrojecernos o respirar más profundamente.
5. La técnica Reid: esta técnica es un interrogatorio en nueve fases utilizada a nivel mundial para descubrir mentiras. El objetivo es «llevar» al mentiroso hasta un punto en el que no le queda opción más que aceptar su culpabilidad.
6. Los mentirosos tienden a pedirte que repitas la pregunta, iniciando sus respuestas con «¿Quieres que te diga la verdad?» o «Para serte sincero…». Las respuestas evasivas también deberían despertar tus sospechas.
7. El teléfono tiende a facilitarle el trabajo a los mentirosos. En un estudio hecho a 30 Universitarios, se observó que el teléfono era el medio preferido para decir mentiras, casi en un 37%; dejando 27% al «cara a cara», 21% en chats y apenas 14% por e-mail. No es de extrañar, pues las conversaciones telefónicas no permiten detectar el lenguaje corporal y no dejan evidencias como los correos electrónicos.
8. Un mentiroso puede que no haya pensado en todos los detalles de su historia. Si crees que te mienten, indaga sutilmente los detalles.
9. Cuando una persona miente, las pausas entre cada palabra que dice aumentan sensiblemente.
10. El mentir pone a la gente a la defensiva. Mientras una persona sincera está dispuesta a cooperar y dar explicaciones, un mentiroso se pondrá a la defensiva y será menos cooperativo.
11. Cuando una persona dice la verdad, es perfectamente posible que diga sus razones con una o varias imperfecciones; en ese caso, no tendrá problema en reconocerlas y volverlas a explicar. Un mentiroso tendrá problemas en admitir tales «pequeñas imperfecciones», y no estará dispuesto a explicarlas.
12. Algunas personas tienen la costumbre de dudar antes de hablar, en cualquier circunstancia; es como si pensaran siempre sus respuestas. Si de repente responden sin dudar, es una señal de alerta.
13. Atención con los «errores» al hablar, como por ejemplo, confundir una palabra por otra. Generalmente decimos, jocosamente «Te traicionó el subconsciente». Esos pequeños deslices puede que sean más ciertos de lo que crees.
14. Las personas que dicen la verdad usan la totalidad de sus músculos faciales; los mentirosos sólo sonríen con sus bocas, sus ojos no reflejan sus emociones.