Una empresa estadounidense ha elaborado un mapa interactivo que revela la oculta maraña de cables de fibra óptica que cruzan los océanos con el fin de mantenernos comunicados.
Elaborado por TeleGeography, este mapa refleja la tenacidad del ser humano en su ruta hacia el progreso, que le permite superar una gran cantidad de dificultades técnicas.
Si bien los satélites han permitido mejorar las comunicaciones, la base del intercambio mundial de datos, tanto por telefonía como por Internet, siguen siendo los cables submarinos. Según los responsables de este trabajo, el primer cable submarino fue instalado en 1852 entre el Reino Unido y Francia, seguido del cable que se instaló de orilla a orilla del Atlántico para poner en contacto a Canadá e Irlanda en 1886.
Pero en la actualidad existen más de un centenar de cables de fibra óptica que unen los continentes por debajo de las aguas.
No obstante, cuando uno de estos cables se ve afectado, millones de personas pueden quedar sin comunicaciones durante varios días, lo que provoca graves perjuicios a la economía de la región afectada.