La app de citas en línea ha llegado a millones de usuarios que conversan. Muchos de ellos, al parecer, acaban compartiendo cama.
Para quienes no la conocen, funciona de la siguiente manera: la aplicación muestra una imagen de una potencial pareja (hombre o mujer), junto a con su edad e información que públicamente haya compartido en redes sociales.
Con sus 450 millones de «aceptaciones» y «rechazos» diarios, Tinder es la aplicación del momento para encontrar el «amor». O algo que se le parezca.
Si no le agrada el aspecto de la persona sugerida, deslice su dedo a la izquierda, y no volverá a ver su perfil. Pero si le gusta lo que ve, deslice el dedo a la derecha, en señal de aprobación.
Sólo cuando ambas partes aprueban el perfil del otro, Tinder lo comunica a los dos usuarios y permite el contacto.
El cofundador de la aplicación, Sean Rad, de 27 años, asegura que el tamaño de la red Tinder está creciendo un 15% cada semana, aunque no especifica el total de usuarios que actualmente alberga.
La aplicación, según Rad, resuelve «el problema que tiene la Humanidad». «Conocer gente nueva era un problema en general del que nadie hablaba», admite.
Agencias