Por primera vez se han visto cara a cara el Papa Francisco y el primer ministro israelí Benjamín Nethanyahu. Por 25 minutos conversaron en el Vaticano de varios temas, pero se centraron en la compleja situación política y social del medio oriente.
El Papa le pidió al primer ministro un proceso de «paz justo y duradero».
Tras la reunión, Netanyahu explicó al pontífice que su padre hablaba muy bien el español, mientras que él no sabe nada.
Después de contar esta anécdota, el primer ministro israelí le regaló a Francisco el libro escrito por su padre, Benzion «Los orígenes de la Inquisición en la España del siglo XV», publicado en 1995.
En el volumen, el primer ministro israelí había escrito una dedicatoria en la que se leía: «A su santidad Papa Francisco gran custodio de nuestra común herencia».