En Nueva York ya se está analizando la primera de las dos cajas negras del tren que se descarriló el domingo.
Las autoridades buscan determinar si fue un problema mecánico del tren, una falla de las vías o un error del operador.
Ocho vagones del tren suburbano se descarrilaron a la mitad de una curva cerca de un lago, en la cual los trenes deben desacelerar a menos de 50 kilómetros por hora.
Cuatro personas perdieron la vida y más de 60 resultaron heridas.
La locomotora ya fue colocada en la vía y se encuentra el proceso de hacer lo mismo con el resto de los vagones accidentados, ninguno de los cuales cayó al agua.