En Uruguay está cumpliendo un año la ley que no legaliza el aborto, sino que lo despenaliza al seguir los procedimientos regulados por el Estado.
Y desde entonces se han realizado 5 mil abortos.
La solicitud de la interrupción voluntaria del embarazo se hace hasta las 12 semanas de gestación, período que se amplía a 14 semanas en caso de violación y sin restricciones para el caso de malformaciones del feto o riesgo de vida para la madre.
Previamente las pacientes deben pasar por una comisión formada por un ginecólogo, un psicólogo y un asistente social que las asesoran incluso sobre la posibilidad de culminar su embarazo y dar al niño en adopción.
Posteriormente tienen cinco días para la reflexión y luego de ratificar su voluntad se les practica el aborto que es farmacológico y siguiendo los criterios recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).