Con los nervios de punta, y asustados se encontraban los habitantes de la zona número 6, en Nueva Guinea, al observar una gran boa que andaba en una de las habitaciones cazando gallinas y ratones.
A pesar del susto que recibieron, optaron por no hacerle ningún daño, sino llamar al delegado de Marena para que se encargara de trasladarla a su hábitat natural.
Janeth Oporta Vásquez