Las protestas policiales se extienden y también los saqueos en Argentina

El jefe de gabinete del gobierno argentino, Jorge Capitanich, denunció este lunes la existencia de «grupos» que intentan «generar caos y zozobra», mediante la ola de protestas policiales y saqueos a comercios, que desde una semana atrás sacuden a varias provincias.

«Nos sentimos consternados por episodios de esta naturaleza que ponen en vilo a las sociedades y los pueblos de cada una de las provincias argentinas», confió a los periodistas el ministro coordinador de la administración de la peronista Cristina Fernández.

El alto cargo debió admitir que por el descontrol de las policías ha dispuesto «una intervención territorial» de la gendarmería, la prefectura y la policía federal en las zonas conflictivas. E invocó a los argentinos a «la paz social, la armonía y la convivencia».

La reacción de Capitanich se debe al efecto contagio en nueve provincias de la huelga de policías y saqueos que tuvieron lugar en Córdoba, segunda ciudad del país, que la semana pasada se saldó con tres muertos y más de 200 heridos, según informa la agencia DPA.

Después de los disturbios en Córdoba, ha habido protestas y huelgas para pedir subidas salariales por parte de las policías de las provincias de Buenos Aires, Neuquén, San Juan, Catamarca, Río Negro, Entre Ríos, La Rioja, y Santa Fe.

En Concordia, una persona murió y al menos 25 resultaron heridas en medio de los saqueos. El gobernador Sergio Urribarri informó que el fallecido es «un joven de 22 años que estaba saqueando un comercio y quedó electrocutado».

Muchos comerciantes se atrincheraron en sus locales con palos, machetes y escopetas en plan de auto defensa. El Gobierno central ha enviado 1.200 gendarmes a Córdoba y 1.700 a Santa Fe, para que patrullen las calles y prevengan más saqueos.