La Corte Suprema de Japón reconoció, por primera vez, a un hombre transexual (nacido mujer) la paternidad legal de un niño concebido por su mujer mediante inseminación artificial con esperma de otro hombre.
Según la Corte Suprema, el hecho de utilizar el esperma de otro hombre en el proceso de gestación no es un impedimento legal para reconocer la paternidad del transexual.
Según una ley del 2004, un transexual tiene no sólo el derecho de casarse sino también el de ser reconocido como padre de un niño concebido por su mujer durante su matrimonio.