Australia se encuentra conmocionada al revelarse un caso de incesto que ha sucedido a lo largo de cuatro generaciones.
Los miembros de la familia Colt llevan cuatro generaciones manteniendo relaciones sexuales entre sí. Descienden de tatarabuelos que eran hermanos y durante años, hermanos y hermanas, tíos y sobrinos y padres e hijas han perpetuado la tradición de mantener relaciones sexuales. Asimismo, han emigrado de un estado australiano a otro, presuntamente para evitar que se descubran estas prácticas.
El caso se descubrió cuando las autoridades fueron alertadas de que un grupo de niños no asistía a la escuela y vivían en las colinas. En total se rescataron 12 niños, los que en su mayoría tenían problemas de salud, incluyendo infecciones en los pies provocadas por hongos y enfermedades bucales. Además, el habla de la mayoría de ellos era ininteligible, apenas podían leer o contar y sufrían malformaciones.