Papa Francisco celebra su primer Misa del Gallo

El Papa Francisco celebró su primer Misa del Gallo, desde que inició su pontificado. La misa inició con el canto en latín de la «Kalenda», que cuenta la espera de la llegada del mesías en el Antiguo Testamento, seguido del sonido de las trompetas que anunció la eucaristía.

En el primer rito de Navidad, Francisco, instó al pueblo a buscar la luz y apartarse de las tinieblas en su homilía. «Somos un pueblo en camino, a nuestro alrededor y también dentro de nosotros, hay tinieblas y luces. Y en esta noche, cuando el espíritu de las tinieblas cubre el mundo, se renueva el acontecimiento que siempre nos asombra y sorprende: el pueblo en camino ve una gran luz».

La basílica de San Pedro lució abarrotada de feligreses y quienes no pudieron entrar, siguieron la misa a través de dos pantallas gigantes colocadas en la plaza del mismo nombre.

Al lado del sumo pontífice estuvieron 30 cardenales, 40 obispos, 250 sacerdotes y 14 diáconos. El Papa también se refirió a que «en nuestra historia personal se alternan momentos luminosos y oscuros, luces y sombras. Si amamos a Dios y a los hermanos, caminamos en la luz, pero si nuestro corazón se cierra, si prevalecen el orgullo, la mentira, la búsqueda del propio interés, entonces las tinieblas nos rodean por dentro y por fuera».

Se le conoce como la Misa del Gallo porque se realiza a la media noche del 24 de diciembre y anuncia el nacimiento de Jesucristo.

Al concluir la homilía, el Papa depositó personalmente la imagen del niño Jesús en el pesebre. «La gracia que ha aparecido en el mundo es Jesús, nacido de María Virgen, Dios y hombre verdadero. Ha venido a nuestra historia, ha compartido nuestro camino. Ha venido para librarnos de las tinieblas y darnos la luz. En Él ha aparecido la gracia, la misericordia, la ternura del Padre: Jesús es el Amor hecho carne», concluyó.

Periodista: Fátima Murillo