Una princesa de Baréin que trabaja como agente de Policía, ha sido absuelta, junto con un compañero, en el juicio que se seguía contra ella, acusada de torturar a médicos durante los disturbios políticos que tuvieron lugar en el país en 2011.
Noura Bint Ebrahim al Khalifa, agente secreta de la Policía, había sido acusada de «torturar, usar la fuerza y amenazar» a dos médicos detenidos por su presunta participación en manifestaciones contra el régimen gobernante entre los meses de febrero y marzo de 2011, informa el portal News Hour.
Las víctimas afirmaron que la princesa los golpeó con palos y mangueras de caucho e incluso aplicó descargas eléctricas para extraer confesiones sobre su supuesta participación en las protestas de ese país. Asimismo, los acusó de controlar uno de los principales hospitales bahreiníes con la intención de guardar allí armas que después suministraban a los manifestantes. La mujer negó todas las acusaciones.
Tras las protestas, las autoridades de Baréin fueron duramente criticadas por la detención de médicos y enfermeras que atendieron a manifestantes heridos durante y después del levantamiento.
«La reputación internacional de Baréin está dominada por la imagen de que es un lugar donde se torturó a médicos que trataron a manifestantes heridos y donde no se castigó a los responsables de ordenar o llevar a cabo estas torturas», afirmó Brian Dooley de la organización Human Rights First.
La familia del monarca suní Hamad bin Issa al Khalifa lleva dos siglos en el poder y cuenta con cientos de príncipes y princesas, muchos de los cuales tienen puestos de trabajo en el sector público.