Argentina sufre de la peor ola de calor de los últimos 43 años, y ha provocado serios daños en el sistema energético, el cual no da suficiente cobertura para las necesidades de la población.
A raíz de esta crisis, el día de hoy se ha declarado asueto por el Gobierno Central.
En una reunión de urgencia tras declarar la emergencia energética, funcionarios nacionales y del Gobierno de Buenos Aires aparcaron sus diferencias y acordaron trabajar conjuntamente para asistir a la población más vulnerable ante las temperaturas extremas, en especial niños y ancianos.
No existen datos oficiales sobre el número de personas que se han visto afectadas por los fallos de suministro eléctrico, aunque según fuentes de las compañías eléctricas citadas por el diario Clarín, ascenderían a 800.000.
El Servicio de Meteorología Nacional de Argentina (SMN) renovó ayer la alerta roja que rige sobre la capital argentina y su cinturón urbano y alertó que se esperan máximas de 38 grados, con una elevada sensación térmica.
Desde el inicio de la ola de calor que afecta el centro y norte de Argentina, hace ya 15 días, tres personas han muerto como consecuencia de las elevadas temperaturas y miles han tenido que ser atendidas por los servicios médicos de urgencia.
La indignación de vecinos y comerciantes de Buenos Aires va en aumento a medida que se prolongan los cortes eléctricos y las protestas vecinales se repiten a diario en las calles de la capital argentina, convertida en un horno.