En un comunicado oficial, China ha pedido a sus funcionarios públicos que se adhieran a la prohibición de fumar en lugares públicos, según informe de la agencia oficial de noticias Xinhua, para que den el ejemplo al resto del país.
De esta forma, los funcionarios deben abstenerse de fumar en escuelas, hospitales, centros deportivos y el transporte público. La agencia agregó que tampoco deben fumar ni ofrecer cigarrillos durante sus labores oficiales.
El ministerio de salud extendió las normas de prohibir fumar en lugares como hoteles y restaurantes en el 2011, pero éstas fueron objeto de críticas porque no había sanciones claras o detalles de cómo se aplicaría esa prohibición.
Los funcionarios tampoco podrán utilizar fondos públicos para comprar cigarrillos y tendrán prohibido permitir la venta de productos de tabaco y colocar anuncios relacionados dentro de las sedes del Partido Comunista o las oficinas de gobierno.
«Fumar sigue siendo un fenómeno relativamente universal en lugares públicos. Algunos funcionarios fuman en sitios públicos, algo que no sólo afecta el medio ambiente y la salud pública, sino que además empaña la imagen de las oficinas del partido y del gobierno y sus líderes, algo que tiene una influencia negativa», agregó la circular, citada por Xinhua.