DACA, Bangladesh (AP) La policía de Bangladesh disparó contra manifestantes y activistas de la oposición que quemaron más de 100 centros de votación el domingo en unas elecciones nacionales boicoteadas por la oposición y que la comunidad internacional calificó de problemáticas. Por lo menos 11 personas perecieron en la violencia vinculada con las elecciones.
La negativa de la primera ministra Sheikh Hasina a las exigencias de la oposición a abandonar el cargo y nombrar a un supervisor neutral de las elecciones llevó al boicot, lo que ha socavado la legitimidad de los comicios. Activistas de la oposición han realizado ataques, huelgas y obstaculizado el transporte, con un saldo de por lo menos 286 muertos en lo que va de este año.
«Nunca esperamos esta elección», dijo Aminul Islam, vecino de la capital, Daca, quien se negó a votar. «Tanto el gobierno como la oposición son responsables de esta situación. No quieren establecer una democracia».
La policía abrió fuego para impedir que los manifestantes tomaran un centro de votación en el distrito norteño de Rangpur, con un saldo de dos muertos, dijeron las autoridades. En un incidente similar en el vecino distrito de Nilphamari, la policía disparó contra varios manifestantes, con un saldo de dos muertos.
La policía no ofreció más detalles, pero el diario Daily Star de Daca informó que cuatro de los fallecidos eran del partido de oposición Jamaat-e-Islami.
Las autoridades dijeron que otras siete personas fueron ultimadas en violencia relacionada con las elecciones en otras partes, entre ellos un funcionario electoral que fue acuchillado por sospechosos de ser activistas de la oposición.
Los medios del país reportaron que los atacantes quemaron por lo menos 127 escuelas en todo Bangladesh en ataques durante la noche. Los edificios se usaban como centros de votación.
Hasta el domingo por la tarde la asistencia a las urnas parecía baja. La votación comenzó a las 8 de la mañana pero estaciones de televisión mostraron colegios electorales mayormente vacíos.
«El boicot de varios partidos a las elecciones puede haber contribuido a la baja asistencia», dijo el comisionado jefe de elecciones, Kazi Rakibuddin Ahmad, a los periodistas en su oficina de Daca.
El boicot de la elección llevó a que 153 de los 300 escaños el Parlamento no tuvieran aspirantes.
La Unión Europea, Estados Unidos y la Mancomunidad Británica no enviaron observadores por considerar que las elecciones tenían muchos problemas. Marie Harf, portavoz adjunta del Departamento de Estado norteamericano dijo que Washington estaba decepcionado de que los principales partidos políticos no hubieran llegado a un consenso sobre la forma de celebrar elecciones libres, justas y creíbles.
Para el domingo a media mañana se suspendió la votación en por lo menos 149 centros debido a los ataques, informó la comisión electoral.
Los analistas dicen que el caos político pudiera exacerbar los problemas económicos en este empobrecido país de 160 millones de habitantes y llevar a la radicalización a una zona estratégica del sur de Asia.
«Deseo ir a votar, pero le temo a la violencia», comentó Hazera Begum, un maestro de Daca. «Si la situación se normaliza y mis vecinos van, yo también podría ir», agregó.
Bangladesh tiene una nefasta historia de violencia política, que incluye el asesinato de dos presidentes y 19 golpes de Estado desde la independencia de Pakistán en 1971.
La principal disputa en el más reciente episodio es el papel de Jamaat-e-Islami, el principal partido islamista del país. Los opositores de Jamaat-e-Islami afirman que un grupo fundamentalista no debe gobernar en un país secular.
Abdul Quader Mollah, líder de Jamaat-e-Islami y principal líder de la oposición, fue ejecutado el mes pasado por los crímenes de guerra cometidos en Bangladesh durante la guerra de la independencia de Pakistán en 1971.
Bangladesh afirma que los soldados paquistaníes ayudados por colaboradores locales, entre ellos Mollah, masacraron por lo menos a 3 millones de personas y violaron a 200.000 mujeres durante la guerra de nueve meses.