Una reciente investigación realizada por el profesor Andrew Oswald de la Universidad de Warwick, Estados Unidos, demostró que los solteros viven menos que las personas que están con una pareja amorosa.
El motivo de la longevidad que pueden alcanzar las personas juntadas, es que los solteros tienen hábitos menos saludables y se descuidan en mayor proporción, por tanto la expectativa de vida se reduce.
Para obtener los resultados, se trabaja con diez mil adultos comprendidos entre los 30 y los 40 años. Algunos de ellos tenían relaciones estables y otros estaban solteros. Estos fueron monitoreado durante varios años, en los que se les hacían varias evaluaciones para conocer su estado de salud y su expectativa de vida.
Según los datos obtenidos durante el tiempo de la investigación, los hombres que estaban solteros o separados tenían una mayor probabilidad de morir en los siguientes ocho años de vida que los que tenían relaciones estables.