El día de ayer comenzó la primer retirada de cargamento de productos químicos de Siria, para su posterior destrucción. Este acuerdo con el gobierno es parte de la primera fase de un plan para destruir todo el arsenal químico del mandato de Bashar al Asad, con iniciativa de Washington y Moscú.
Siria se encuentra en un momento muy delicado por una lucha interna entre rebeldes y yihadistas, que ha dejado ya varios muertos de cíviles y combatientes, llegando a la cantidad de 130,000 personas desde 2011.
El acuerdo menciona que todo el arsenal debe ser destruido antes del 30 de junio de 2014, según la resolución 2118 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas adoptada en septiembre.
Ante este acontecimiento, Estados Unidos lo calificó como un «avance» pero advirtió que se requiere de «mucho más», según declaraciones de Jen Psaki, vocera del Departamento de Estado.
Cabe recordar que este acuerdo logrado evitó una intervención militar de EU en Siria como represalia a un ataque químico mortal registrado en agosto cerca de Damasco.