Por motivo del escándalo ocurrido en Turquía a finales de diciembre, en donde fueron arrestadas más de 80 personas por robos y malversaciones de contratos públicos, La Comisión Europea manifestó hoy su alarma por la destitución de 1,500 agentes y 200 mandos policiales, a cargo del Gobierno Turco.
Entre los implicados en el caso de corrupción habían hijos de ministros y de empresarios importantes del país, por lo que la prensa local ha calificado este movimiento como represalia, después de exponer la corrupción que vive el gobierno de ese país.
En conferencia de prensa, el portavoz comunitario Olivier Bailly declaró que las remociones pueden constituir un obstáculo en el desarrollo de pesquisas y debilitar la capacidad del sistema judicial y de la Policía para avanzar en el asunto de manera independiente.
El primer ministro Recep Tayyip Erdogan insiste en calificar las pesquisas sobre corrupción de complot internacional en su contra.
De cara a la situación, la CE exhortó a Ankara garantizar una investigación imparcial que aclare las acusaciones de corrupción, la cual puede verse afectada por las remociones masivas.
La CE pide que se tomen las medidas necesarias para que todo el proceso transcurra con normalidad y transparencia, sin ninguna represalia o discriminación según los resultados del proceso.
AGENCIAS
