Al comentar el escandaloso asesinato de la actriz y exmiss Venezuela Mónica Spear, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha declarado la guerra a la violencia.
«Aquellos criminales que insistan en su actitud de violencia y de salir a atracar y matar, yo les pido que todos ejerzamos el poder del Estado y pongamos mano de hierro. Que nadie se equivoque, la autoridad del Estado tiene que respetarse y hacer respetar el derecho a la vida de los venezolanos», dijo Maduro a los gobernadores y alcaldes de 79 municipios, los ministros de Interior, Justicia, Paz, Turismo, los Servicios Penitenciarios y otros altos funcionarios del país.
El mandatario propuso crear un nuevo modelo de autoridad democrática que permita «sustituir los antivalores de la violencia por los valores de respeto a la vida y el amor». Maduro reconoció que la violencia «es un problema de carácter nacional, grave, que se ha incrustado en los huesos del cuerpo nacional desde hace 40 años», informa Telesur.
Mientras tanto, el vicepresidente Jorge Arreaza dijo que «la responsabilidad del orden público y de la seguridad no es solo del Gobierno central, es del Gobierno estadal, del Gobierno municipal, es de nuestro poder popular y de las comunas que se están generando y tenemos que articularnos de manera muy sólida, muy firme».
Spear junto al padre de su hija fue asesinada el 6 de enero en el estado Carabobo, donde la familia llegó de EE.UU. para pasar las vacaciones.