Un ambiente de protesta se vive en el municipio de Chichigalpa, donde unas 500 personas, ex-trabajadores de la caña de azúcar, se apostaron en el sector La Aguja que conduce a la empresa azucarera San Antonio, en demanda a una indemnización justa por las afectaciones que sufren a causa de la Insuficiencia Renal Crónica (IRC).
Muchos de los afectados de IRC creen que esta enfermedad está relacionada con los altos niveles de deshidratación producto del despale, el uso de los pesticidas y la contaminación del agua.
Gilma Ciezar, dice que su protesta es por el padre de su hijo, un pailero que trabajó desde los 15 años en los campos agroindustriales de caña de azúcar y hoy lucha contra los males de esta enfermedad en la cama de un hospital. Los médicos han diagnosticado que su estado de salud ha llegado a la etapa terminal de la enfermedad, pues la creatinina está consumiendo todos sus riñones.
Los demandantes anunciaron que, si la empresa no cumple con sus demandas, paralizarán todas las actividades del ingenio, incluyendo la zafra azucarera que inició a principios del mes de noviembre del año pasado.
En la protesta la Policía ha intentado intervenir y lograr mediar con los demandantes en busca del diálogo para el acercamiento que logre una solución con la empresa. Pero hasta el momento no ha habido ninguna negociación.
En occidente, una epidemia de insuficiencia renal crónica (IRC) de causas todavía desconocidas está matando a casi el 70 por ciento de la población masculina, se estima que semanal mueren de tres a cuatro personas afectadas de IRC, por lo que los ex cañeros esperan que al final de la lucha sus demandas sean cumplidas para el bienestar de las familias campesinas.
Belkiss Medina