«No creo que debamos perder el tiempo en criticar a la Troika», insistió este jueves el ministro alemán de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, durante su visita a Atenas. Además, criticó con dureza a los euroescépticos.
En una rueda de prensa con su homólogo griego, Evángelos Venizelos, Steinmeier abogó por la necesidad de que las tres instituciones que componen actualmente la Troika la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional (FMI) sigan haciéndolo. Su declaración llega en un momento en el que el Parlamento Europeo ha comenzado a investigar las posibles violaciones de la ley por parte de la Troika y ante las voces que piden, como la comisaria europea de Justicia, Viviane Reding, la salida del FMI de la tríada de acreedores.
En una entrevista posterior que el nuevo jefe de la diplomacia alemana concedió al diario local ‘Ta Nea’, lanzó, además, un ataque vehemente contra los críticos de las políticas económicas de la zona euro. Según él, los euroescépticos son unos descerebrados que pueden «resultar peligrosos» para la existencia de la Unión Europea como tal.
«No debemos evitar la confrontación con los populistas, nacionalistas y con toda esta gente sin cerebro que se autodenominan euroescépticos. Ellos promueven todo lo nacional sin presentar sus propias propuestas», insistió Steinmeier.
Las tendencias antialemanas y contrarias a la UE están actualmente en alza en Grecia, cuya población protesta contra las medidas de austeridad impuestas desde Bruselas. La parte más radical opina que la entrada en la zona euro ha sido un desastre tanto económico como social para Atenas. Las protestas a menudo desembocan en acciones de violencia: uno de los incidentes más recientes fue el ataque contra la residencia del embajador alemán en diciembre.