La temperatura del aire (7,8 grados centígrados bajo cero) en la isla de Lovund (Noruega) en combinación con un fuerte viento congelaron inmediatamente el agua del mar, atrapando y matando a miles de peces.
Algunos lugareños aseguran que nunca han visto un fenómeno de tal envergadura. Sin embargo, Aril Slotte, jefe del departamento de peces del Instituto de Investigación Marina de Noruega, explica en declaraciones a la radio local ‘NRK’ que no es raro ver que, por ejemplo, las sardinas se acerquen mucho a la orilla cuando son perseguidas por depredadores y que a veces se quedan atrapadas por la marea baja en zonas como en la que ocurrió esta rareza.
Las bajas temperaturas que están sufriendo los habitantes de los países nórdicos en este invierno son realmente extremas. La semana pasada muchos turistas, que desafiaron las bajas temperaturas para poder visitar las cataratas del Niágara, fueron recompensados con unas vistas espectaculares. El agua se convirtió en hielo en una parte de las cataratas, que son una atracción turística muy visitada, situada en la frontera entre Estados Unidos y Canadá.