BANGKOK (AP) La primera ministra de Tailandia insistió en que no renunciará mientras manifestantes que piden su salida bloquearon avenidas del centro de Bangkok por segundo día consecutivo con lo que la crisis política en el país se profundizó.
Los manifestantes prometieron «cerrar» la ciudad de 12 millones de habitantes, pero la vida habitual de la vasta metrópoli no se vio afectada ya que las clases se reanudaron, los empleados acudieron al trabajo y la mayoría de los comercios abrió.El último episodio de agitación en esta nación del sudeste asiático comenzó a finales del año pasado y la primera ministra Yingluck Shinawatra trató de calmarla disolviendo al parlamento y llamando a nuevas elecciones para el 2 de febrero.
Las dudas crecen en torno a la probabilidad de que la votación se lleve a cabo, sin embargo, tanto los manifestantes como la principal organización opositora, el Partido Democrático, dijeron que la boicotearán. Los opositores a Yingluck piden que renuncie para que un gobierno interino, no electo, tome el poder y ponga en marcha reformas antes de que se celebre una nueva votación.
«He dicho varias veces que tengo una tarea y una responsabilidad tras la disolución del parlamento», dijo Yingluck a la prensa. «Quiero decir que no me estoy aferrando (al cargo) pero tengo que mantener la estabilidad política. Estoy haciendo mi labor para preservar la democracia».
Yingluck propuso que el miércoles hubiera una reunión entre varios grupos, incluidos sus opositores, para discutir la propuesta de la comisión electoral para posponer las elecciones de febrero. Pero el líder de los manifestantes Suthep Thaugsuban, los demócratas y la misma comisión se negaron a participar.
Los manifestantes acusan a la premier de actos de corrupción y mal gobierno, además de ser la marioneta de su hermano, el ex primer ministro Thaksin Shinawatra, quien fue derrocado por el ejército en un golpe de Estado pacífico en 2006 y vive en el exilio autoimpuesto para evitar ser encarcelado.
Suthep, quien ha dirigido la protesta en las calles con una retórica combativa desde hace semanas, pidió el martes a sus simpatizantes que cierren todas las oficinas del gobierno y corten el agua y la electricidad a las residencias privadas de la premier y su gabinete «en los próximos dos o tres días».
«Si siguen obstinándose los capturaremos uno por uno porque el pueblo no quiere pelear durante años», dijo.El martes miles de manifestantes, muchos de ellos habitantes del sur de la ciudad, durmieron en tiendas o tapetes en las calles.