Ya basta de miedos e incertidumbres luego de la primera cita y pensar «¿qué hacer si no me llama?» No sólo has tenido indicios que esta primera salida ha sido un éxito, sino que ¡te ha invitado a salir de nuevo!
Pero si el primer encuentro ha sido muy bueno, existe la posibilidad de que no suceda lo mismo en la segunda. Por eso, lee con atención estos consejos para lograr que la segunda cita sea un éxito.
No te presiones demasiado
Si la primera cita fue todo un éxito, no debes presionarte para que la segunda sea igual. Tratar de repetir o mejorar la primera experiencia sólo causará ansiedad en ti sobre el nuevo encuentro. Debes mantener la calma, y no presionarte ni presionarlo. Recuerda: si quiso salir de nuevo contigo es porque le gustas y ya tienes su atención, así que relájate.
Busca hacer algo distinto
El objetivo de la segunda cita es cambiar las cosas. Así que si en la primera fueron al cine y a cenar, deberás buscar otra alternativa. Esta variación ayudará a mantener el interés, además de minimizar la presión por conocerse y lograr una buena conversación.
Interésate en lo que tiene para contar
Tal vez con el encanto de la primera cita no hayas escuchado mucho lo que él tenía para contar, o no te hayas preocupado por averiguar sobre su vida, anhelos y deseos. En esta segunda oportunidad, asegúrate de hacerle preguntas y prestar atención a las respuestas. Si lo que quieres es lograr una conexión, tienes que ser una buena oyente, y realizar preguntas cuyas respuestas te aporten algo nuevo sobre él.
Evita confesar de más
Averiguar sobre él y su vida no implica que tú cuentes todo sobre la tuya demasiado rápido. Trata de no contar todo muy pronto. Algunos temas no deben ser hablados en la segunda cita, como tu ex, algún drama familiar, u otros asuntos demasiado personales para ese momento. Esto no significa que debas mentir ni convertirte en otra persona, pero intenta ir despacio.
Sé tú misma
Muchas veces la presión para tener su interés lleva a algunas personas a simular ser quienes no son, y esto puede resultar contraproducente. Pero si ya te ha invitado a una segunda cita, ya no debes preocuparte en llamar su atención: ya la tienes. En esta nueva oportunidad, concéntrate en que te conozca aún mejor, tu verdadero «yo».