MADRID, 16 enero 2014 (AFP) – Varias manifestaciones tuvieron lugar este miércoles en distintas ciudades de España en apoyo a los vecinos de Burgos, que desde hace días se oponen a un proyecto costoso e inútil en tiempos de crisis, registrándose incidentes en Madrid.
Desde el viernes pasado, la reforma de una calle de Burgos, en el centro-norte de España, ha llevado a miles de personas a movilizarse contra un gasto que consideran superfluo, con manifestaciones que han obligado al alcalde de la ciudad a anunciar la paralización de las obras.
No obstante, en esta ciudad reputada como apacible, los enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas del orden han provocado destrozos en el mobiliario urbano.
Este miércoles, por sexta jornada consecutiva, miles de personas se manifestaron exigiendo la retirada definitiva del costoso proyecto para modificar una arteria del barrio de Gamonal, así como la puesta en libertad de tres jóvenes detenidos preventivamente.
En esta ocasión, la manifestación se desarrolló en calma, pero en los días anteriores hubo incidentes violentos y unas cuarenta personas fueron detenidas.
Javier Lacalle, alcalde de Burgos, por el momento anunció la suspensión de las obras, «al menos por 15 o 20 días».
En la cercana Valladolid, un millar de vecinos se manifestaron bajo la consigna «Solidaridad con Gamonal», exigiendo también la puesta en libertad de los detenidos preventivamente.
No obstante, en la capital Madrid unos 500 jóvenes, algunos de ellos encapuchados, desfilaron por el centro de la ciudad. No lejos de la sede del Partido Popular (derecha conservadora, en el poder), en la céntrica calle Génova del barrio de Chamberí, la policía antidisturbios estableció una barrera y cargó contra los manifestantes golpeándolos con bastones (matracas), mientras algunos de éstos lanzaron proyectiles contra las fuerzas de seguridad, constató un periodista de la AFP.
Posteriormente, los antidisturbios persiguieron a varios grupos de jóvenes por diferentes calles céntricas, donde los manifestantes incendiaron contenedores de basura y causaron daños en el mobiliario urbano.
Once personas fueron detenidas y otras diez resultaron heridas, cinco manifestantes y cinco miembros de la policía, según esta última.
Todos los manifestantes se oponen a un proyecto considerado inútil en Burgos, ciudad que al igual que el resto del país se ha visto duramente golpeada por la crisis fruto de la explosión de la llamada «burbuja inmobiliaria», en 2008. España cuenta con un índice de desocupados récord, que supera el 26% de la población activa. Ésta, que además sufre los duros recortes presupuestarios impuestos por la administración, reclama que se financien servicios públicos como guarderías, por ejemplo, en lugar de nuevos proyectos de tipo inmobiliario.
El alcalde socialista de la también cercana Segovia (al noroeste de Madrid), Pedro Arahuetes, denunció este miércoles el proyecto por un monto de ocho millones de euros que impulsa el presidente de la comunidad de Castilla-La Mancha para construir un palacio de congresos en esta ciudad, preguntándose si para los opositores a este plan es necesario recurrir a la violencia, como en Burgos, para hacerse escuchar y que los fondos sean destinados a la salud y otros servicios más perentorios.
En Burgos, el ayuntamiento prevé invertir también ocho millones de euros en la remodelación de la calle Victoria, una de las dos principales arterias de la ciudad, que cuenta con unos 170.000 habitantes.
Éste afirma que busca mejorar la calidad de vida de los habitantes, reduciendo las vías de circulación de dos a una en cada sentido, creando un carril-bici, zonas verdes y parques infantiles.
Pero, su precio es la supresión de plazas de aparcamiento, denuncian los vecinos. A cambio, el proyecto prevé la construcción de un párking subterráneo, con escasas plazas que se venderán por «casi 20.000 euros» cada una.