Actualmente, la comida rápida es, como su nombre lo indica, una salida rápida para la falta de tiempo. El desgano, el exceso de comodidad y la búsqueda de «algo práctico» son algunos de los factores que «nos obligan» a consumirla.
La comida rápida se caracteriza por el exceso de calorías, grasas y sal, y por su falta de nutrientes importantes para el organismo. Al convertir en un hábito este tipo de comida, podremos ver desventajas a corto y a largo plazo. A corto plazo pueden ser: aumento de peso, sobrepeso, colesterol elevado, aumento de la presión arterial, diabetes o enfermedades cardiovasculares. A largo plazo, todas las anteriores pueden agravarse y ser irreversibles.
Otra desventaja es que el comer comida rápida afecta a nuestro bolsillo al resultar costoso.
Es importante destacar que las consecuencias varían de persona a persona y no son las mismas en adultos y en niños. Todos debemos estar atentos a consumir comida rápida lo menos posible, sobre todo las personas con hijos.
Estudios también han comprobado que la falta de ejercicio agrava más estas consecuencias. Debemos estar conscientes de las desventajas de la comida rápida y buscar opciones alternativas que sean prácticas, rápidas y sobre todo saludables. No es malo consumir comida rápida, pero todo exceso es nocivo; se debe comerla con moderación.
Agencias.