Durante la lactancia materna, hay que tener algunos cuidados importantes sobre los senos, para evitar que los mismos generen estrías o estiramientos de piel que dejen marcas.
Es casi imposible poder evitar a toda costa que la lactancia deje flacidez en el busto pero si hay algunas medidas para que el daño sea menor:
Soporte: Es muy importante proveer buen soporte durante la lactancia usando la ropa interior adecuada. Esta ropa da apoyo al busto y facilita el dar de mamar al bebé.
Buena postura: Es fácil tomar una mala postura porque al cargar el bebé nos acostumbramos a encorvar la espalda. La mala postura tiene un efecto negativo en el busto porque debilita los músculos que lo sostienen.
Destete: Al retirar el pecho del bebé hay que hacerlo de forma gradual para evitar halar el pezón y los tejidos del busto.
Bebé: Cuando se está amamantando hay que tratar de que la boca del bebé abarque todo el pezón y la mayor parte posible de la aureola, para que extraiga toda la leche almacenada.
Humectar: Si es posible poner aceite de almendra al busto para humectarlo después del baño. Al amamantar se debe limpiar la parte que el bebé succionará.
Frecuencia: Es importante amamantar con frecuencia para que el pecho no se congestione.
Simetría del busto: Para que después del periodo de lactancia un pecho no sea más grande que el otro es importante intercalar los pechos por ejemplo 5 minutos a cada lado. Evitar amamantar más de un lado que del otro.
Agencias