SANTIAGO, 30 enero 2014 (AFP) – La construcción de cinco megarrepresas en la Patagonia chilena, de propiedad mayoritariamente de la eléctrica Endesa, seguirá pendiente tras la reunión este jueves de un Consejo de Ministros que encargó más estudios técnicos.
Dos años después de que la Corte Suprema le diera luz verde al proyecto, resistido por ambientalistas que consideran dañará uno de los paisajes más vírgenes del planeta, el Consejo de Ministros debía resolver el destino de 35 reclamaciones ambientales introducidas al proyecto denominado Hidroaysén.
Al final de la reunión, que congregó a los ministros de Energía, Medioambiente, Salud, Economía y Agricultura, se acogieron 33 de las 35 reclamaciones y se decidió mandar a elaborar dos informes técnicos adicionales.»Se resolvió la totalidad de las reclamaciones, sólo quedan dos estudios que se han solicitado por el Comité de Ministros», indicó la ministra del Medioambiente, María Ignacia Benítez.
Los estudios corresponden a un análisis hidrológico en la zona y otro sobre el impacto de la llegada durante su construcción de unos 5.000 trabajadores.La decisión de los ministros era vital en términos financieros para que los propietarios del proyecto, Endesa Chile y Colbún,resolvieran finalmente comenzar las obras de Hidroaysén, que tienen una inversión prevista de 3.200 millones de dólares y que obtuvo su permiso ambiental en mayo de 2011.
El proyecto generará unos 2.750 megavatios (MW), equivalentes al 20% de la actual capacidad instalada de Chile (14.000 MW), con la construcción de cinco represas en los ríos de aguas cristalinas Pascua y Baker, que inundarán unas 5.900 hectáreas en la región de Aysén, sobre la Patagonia chilena.La iniciativa incluye además una línea de transmisión de unos 2.000 km de extensión, para llevar la energía al centro y norte del país.
De acuerdo a estimaciones privadas, la licitación y posterior ejecución de los estudios podría demorar al menos ocho meses, por lo que la decisión final respecto a Hidroaysén se conocería durante la administración de la socialista Michelle Bachelet, quien asume el próximo 11 de marzo y que ya consideró «inviable» el proyecto.
«Con este aplazamiento el actual gobierno elude su responsbilidad de rechazar definitivamente HidroAysén,dejando para el próximo la decisión sobre esta nefasta iniciativa, cuya máxima autoridad ya señaló que no contará con su apoyo», dijo en una declaración pública el Consejo de Defensa de la Patagonia, un movimiento ciudadano que agrupa a sus detractores.
Hidroaysen, por su parte, señaló en un comunicado que esperan «una notificación formal de las resoluciones de dicho Comité de Ministros, o una información clara de parte de la autoridad acerca de las decisiones adoptadas respecto de las reclamaciones», tras lo cual «la compañía evaluará y resolverá las acciones a seguir».