La policía se enfrentó el jueves con al menos 1.000 manifestantes que invadieron la Estación Central de trenes, metro y autobuses, la mayor de Rio de Janeiro (sudeste de Brasil), para protestar por el alza del precio del boleto de autobús, constató un periodista de la AFP.
La policía evacuó rápidamente a los manifestantes de la Estación Central con bombas de gas lacrimógeno. Varios manifestantes, muchos enmascarados y vestidos de negro, destruyeron cajeros automáticos.
Una gran confusión reinaba en el entorno de la estación, con manifestantes lanzando piedras contra los policías antichoque, que avanzaban en pequeños grupos, protegidos por sus escudos.
Una calle había sido bloqueada por una barricada en llamas.
«No habrá Copa ni aumento» del boleto, gritaban los manifestantes, que denuncian asimismo el elevado gasto público en la organización del Mundial de fútbol 2014 en perjuicio de la salud, la educación y el transporte públicos, de pésima calidad y que precisan de inversiones para mejorar.
La manifestación, que comenzó pacíficamente, fue convocada por el Movimiento Pase Libre (MPL) para protestar por el alza de 9% en la tarifa de autobús en Rio, de 2,75 (USD 1,15) a tres reales (USD 1,25) a regir desde el sábado.
RÍO DE JANEIRO, (AFP)