Las bebidas alcohólicas tienen muchas más calorías de lo que imaginas. Sólo con dejar de tomar alcohol en el aperitivo o renunciar a las copas cuando sales por la noche podrías eliminar esos kilitos de más sin necesidad de llevar una dieta estricta.
El consumo diario de alcohol, aunque no sea muy elevado, supone un aporte extra de calorías sobre el organismo. Un exceso que, si no se consigue eliminar, se acumula en forma de grasa.
Si has decidido ponerte a dieta o simplemente quieres mantenerte en tu peso, deberías tener cuidado con el alcohol. Y si no puedes renunciar completamente, al menos bebe de forma inteligente.
Las calorías y el alcohol:
Ten cuidado, si te pasas con el alcohol no sólo te costará bajar de peso sino que pondrás en peligro tu salud.
Alteración de las capacidad psíquicas y psicológicas (insomnio, angustia, amnesia, delirium tremens, alucinación, depresión, intentos de suicidio, disminución de la autoestima, demencia, psicosis), que derivan en alteraciones sociales (conflictos de pareja, divorcio, ausentismo laboral, deudas económicas, soledad) y alteran las funciones fisiológicas (náuseas, gastritis, cirrosis hepática, parálisis cerebral…).
Además, el abuso del alcohol puede provocar desnutrición y avitaminosis debido a las calorías vacías, es decir, calorías que no tienen ningún aporte nutricional. El alcohol también puede dificultar la absorción de proteínas, vitaminas y otros nutrientes, ya que puede lesionar el revestimiento del intestino delgado y del estómago, donde se realiza la digestión de la mayoría de los alimentos. Encima, el alcohol también requiere de algunas vitaminas para su metabolismo, lo que interfiere en su absorción y almacenamiento.
Es cierto que los cócteles más agradables son aquellos que mezclan distintas clases de licores con saborizantes ya sean naturales o artificiales. Sin embargo, no nos damos cuenta de que estos son los culpables del sobrepeso. ¿Por qué? Porque justamente son demasiado dulces. Las margaritas, las piña coladas, los apple martinis, los mojitos etc. suelen ser deliciosos; sin embargo, su contenido calórico varía entre 400 a 1200 calorías por cada uno.
En la otra cara de la moneda, están los licores bajos en calorías. Estos son el vodka, ginebra, rones claros, tequila etc, y varían entre 80 a 200 calorías aproximadamente.
Volviendo a tu objetivo de adelgazar, beber es mala idea, ya que el alcohol tiene muy pocos carbohidratos. El cuerpo quemará primero el alcohol para abastecerse de energía, dejando a las grasas en un segundo plano. Así, el alcohol no sólo contiene un elevado número de calorías, sino que impide que el cuerpo queme las grasas acumuladas.
AGENCIAS