Muchas parejas cansadas de la rutina optan por incluir en su vida sexual juguetes, y a pesar de ser una buena opción, no todos se sienten cómodos con ellos.
Otra forma de darle un giro a tu sexualidad es con el ‘sexo karezza’, una tendencia relativamente nueva implementada por la ginecóloga Alice Bunker Stockham, quien luchaba por la igualdad en el siglo XIX.
Bunker proponía la satisfacción basada en movimientos alternados con inmovilidad para evitar llegar al orgasmo y durar más, además de dar prioridad a las caricias (de ahí su nombre); aunque se le ve similar al sexo tántrico el karezza requiere un poco más de improvisación.
Sugerencias:
El contacto visual se debe mantener en todo momento para permitir llegar a un nivel más alto de intimidad.
El juego previo debe durar mucho más que la penetración, No ir directo al grano nos asegura que tengamos más control sobre nuestro cuerpo y lo que sentimos, podemos llegar a contener y prolongar el orgasmo.
No hagas nada por hacer, besos, caricias, sexo oral… todo debe ser súper intenso para acrecentar el placer.
Hacer un masaje o que te lo hagan -ayúdate de aceites aromáticos- requiere de movimientos firmes y precisos que ayuden a la relajación, con esto nos damos la oportunidad de abrirnos a todas las sensaciones, por muy leves que sean.
Gemir está permitido, pero hablar no. No dejes que las conversaciones o las palabras que no entendiste te hagan perder la concentración.
A diferencia del sexo tántrico, el karezza si quiere llegar al orgasmo pero se prolonga lo más que se puede. La regla de oro es no descuidar las caricias en ningún momento.
Retrasar el orgasmo ayuda a que el hombre sienta aún más placer mientras espera que nosotras alcancemos el clímax.
AGENCIAS