La decisión de los electores suizos de imponer nuevos obstáculos a la inmigración desató ondas expansivas en los 28 países de la Unión Europea.
Líderes europeos advirtieron el lunes que los suizos, que no pertenecen al bloque comunitario, han violado el «principio sagrado» de la libertad de movimiento.
El ministro del exterior de Luxemburgo, Jean Asselborn, opinó que «uno de los logros de la Unión Europea es el libre movimiento de personas y eso no debe diluirse». Agregó que si Suiza no cumple con eso, podría perder su acceso fácil al mercado más grande del mundo.
Por su parte, el ministro del exterior de Francia, Laurent Fabius, dijo a la radioemisora RTL que el acuerdo de la UE con Suiza de 1999 contiene una «cláusula guillotina», que significa que si se altera algún elemento entonces «todo se desmorona».
El referendo suizo del domingo también podría alentar los movimientos xenófobos en otras naciones.
BRUSELAS, Bélgica (AP)